Si eres una persona interesada en el mundo de las clases de apoyo en Bilbao, te va a llamar la atención lo que se cuenta en este artículo.
Los especialistas en el ámbito de las clases de apoyo en Bilbao saben que estas sesiones de trabajo académico son tan válidas como otras para fusionar dos campos del saber distintos, pero complementarios.
Por ejemplo, el estudio de la lengua francesa y el conocimiento de la naturaleza. Se trata, de hecho, de una necesidad cada vez más evidente, puesto que numerosos psicólogos han detectado entre las nuevas generaciones de millennials una merma que han bautizado como trastorno por déficit de naturaleza.
Este problema supone una carencia en materia de competitividad, puesto que cualquier observador objetivo tiene claro que una persona va a tener una formación más completa si hace suyos los conocimientos propios de la naturaleza.
Ten en cuenta que los actuales ritmos de vida en las zonas urbanas pueden, en la práctica, evitar el contacto directo de los niños con el ámbito rural, lo que les resta posibilidades de desarrollo. Un ejemplo en el que se deduce con claridad en qué consiste este trastorno es el de un alumno urbanita al que su profesor le pidió que dibujara un pollo. El primero, por su parte, acabó pintando un pollo frito de los que sirven en los establecimientos de comida rápida.
Los aprendizajes sobre el medio natural son totalmente complementarios con el del francés. En este sentido, resulta interesante memorizar el vocabulario sobre la fauna, la flora y los alimentos propios del campo. Y no deja de ser una forma práctica de concienciarse sobre el cambio climático y el combate contra los problemas, como la despoblación, propios del ámbito rural.
En Chez Georges estamos convencidos de que se puede luchar contra el trastorno por déficit de la naturaleza mientras se aprende francés.